Don Francisco celebra 50 años de “Sábado Gigante”
De joven, Mario Kreutzberger, hoy conocido internacionalmente como
Don Francisco, estudió para hacer modelos de ropa en Nueva York. Pero al
regresar a su Chile natal supo que lo suyo no era la moda sino la
televisión.
No se equivocó. En agosto su programa “Sábado Gigante” cumplirá 50 años en el aire, conducido siempre por él, lo que constituye un récord mundial.
Kreutzberger volvió a su país en 1962, a los 22 años, y su única experiencia en los medios de comunicación era la de ver mucha tele en los años que estudió en Estados Unidos.
Sin embargo, convencido de que triunfaría en Chile, logró contagiar su entusiasmo a los directivos de la televisión local y comenzó a conducir su primer programa… sin parar hasta ahora.
Sus inicios fueron en la televisión experimental de la Universidad Católica de Chile, que por aquellos años transmitía en blanco y negro y llegaba a unas 40 cuadras a la redonda de los estudios. Pero el éxito de su “Sábado Gigante” fue tal que trascendió las fronteras para grabarse en Miami y junto con los cambios tecnológicos en la televisión llegó a más de una docena de países de Latinoamérica, incluidos México, Venezuela, Bolivia, Panamá y Uruguay. Tan sólo en Estados Unidos tiene una audiencia de cerca de tres millones de personas.
¿Y cuál es la receta del triunfo? ¿Cómo ha permanecido durante tantos años ininterrumpidos en la pantalla?
“El éxito nuestro tiene varias razones. La mayor, creo yo, es interpretar a la familia. Nuestro programa … es para la familia”, dijo Kreutzberger, de 71 años, en una entrevista reciente con The Associated Press desde los estudios de la cadena Univision donde 60 personas graban el programa durante seis horas.
Don Francisco explicó que otros de los factores que contribuyeron al éxito han sido la participación del público, “que opina, aplaude, se enoja y hace de todo” en el programa, y su capacidad de adaptación a las diferentes épocas.
“Empezamos con la televisión en blanco y negro, y aquí estamos, con la última tecnología, en Twitter, en Facebook, en la página de Internet de Univision”, recordó Kreutzberger, quien se describió como el “Cristóbal Colón” de la televisión chilena.
“El programa ha ido creciendo con la vida, se ha ido adaptando a la vida”, expresó Kreutzberger, quien de niño estudió piano, batería, acordeón y canto por iniciativa de su madre, una cantante de ópera judío-alemana que se refugió en Chile.
Algunos expertos, sin embargo, atribuyen el éxito de “Sábado Gigante” a Don Francisco.
“Es él. Todo lo que se pueda decir de él es poco. Es incansable, tiene muchísimo talento y se esfuerza”, dijo Guillermo Martínez, columnista sindicalizado y ex vicepresidente de noticias de Univision, la cadena donde se graba el programa desde la década de 1980.
Martínez, quien describió a Kreutzberger como un “genio”, recordó que hace tiempo, mientras trabajaba en Univision, hizo una prueba para que Don Francisco condujera un programa que había fracasado. La prueba no salió al aire, pero sirvió para que las autoridades del canal confirmaran que lo que había fallado era el conductor.
“El mismo libreto, el mismo programa, la misma cosa, era un programa diferente que cobraba una dimensión diferente” con Don Francisco, dijo Martínez al destacar la importancia de Kreutzberger en el éxito de Sábado Gigante.
A lo largo de sus cinco décadas el programa ha unido familias, ha casado a parejas y ha revelado paternidades desconocidas. Decenas de artistas recibieron un enorme espaldarazo para sus carreras al cantar en sus estudios cuando aún no eran tan conocidos, entre ellos estrellas de la música como Enrique Iglesias, Shakira, Paulina Rubio y Gloria Trevi.
Don Francisco ha recorrido más de 160 países con su cámara viajera, ha entrevistado a personalidades internacionales como los presidentes estadounidenses George W. Bush y Barak Obama, la primera ministra israelí Golda Mier y el actor Antony Queen.
Mientras se ha acostumbrado a vivir entre Santiago de Chile y Miami, también ha aprendido de culturas diferentes a la chilena para entender mejor a su publico en el que predominan los mexicanos, centroamericanos, cubanos, venezolanos y colombianos.
Uno de los recuerdos más vívidos que tiene Don Francisco es el del primer reencuentro familiar en el programa, hace unos 26 años, cuando un hombre de 30 años vio en persona a su madre, que lo había abandonado cuando él tenía dos.
El conductor dijo que le impresionó que el joven le preguntara insistentemente a su madre “¿Por qué?”.
En cambio otros encuentros en el programa han sido más dulces. Hace cinco años María Muñoz logró que sus dos hijas, de 11 y 16 años, se reencontraran tras nueve años con su padre gracias a “Sábado Gigante”.
“La felicidad fue tremenda. Yo agradecida con Dios, más que nada, y que Don Francisco haya encontrado a ese hombre”, dijo la colombiana de 50 años en entrevista telefónica con la AP.
Muñoz, quien se mudó de su país a Miami con sus dos hijas con síndrome de Down, dijo que el reencuentro con el padre fue duro para él, sobre todo por el golpe que le significó ver a la menor con leucemia, sin su cabello por el tratamiento al que había sido sometida.
La madre había perdido todo contacto con su ex pareja y el hombre viajó desde Colombia a Miami con todos los gastos pagados por la producción televisiva, dijo Muñoz.
Para llegar a 50 años de “Sábado Gigante”, Don Francisco tuvo que atravesar por sus propios momentos difíciles.
Lo despidieron en la televisión chilena tras sus primeras cinco semanas, pero tras estar una semana fuera del aire lo volvieron a contratar. La situación se repitió cuando tenía poco de haber llegado a Univision, dijo a la AP.
Cuando era una figura internacionalmente conocida enfrentó dos demandas difíciles que causaron escándalo, la primera por acoso sexual, hace unos 15 años, y la segunda, por paternidad. Al final ambas fueron desechadas.
“Son cosas que me afectaron a mí porque afectaban a mi familia … Cuando afecta a los hijos, a los nietos, a la esposa, es distinto”, dijo el conductor oriundo de Talca, ubicada a unos 150 kilómetros al sur de Santiago de Chile.
En cambio Don Francisco atesora la capacidad que le ha dado su programa para impulsar campañas solidarias en Chile, en especial su Teletón para niños con discapacidades, que se realiza desde hace 34 años y se ha exportado a otros países de la región.
Kreutzberger, quien tiene una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood, está agradecido con la vida porque le “ha dado tanto” y dice que su nueva meta es hacer programas especiales que incluyan la participación de otros conductores.
No se equivocó. En agosto su programa “Sábado Gigante” cumplirá 50 años en el aire, conducido siempre por él, lo que constituye un récord mundial.
Kreutzberger volvió a su país en 1962, a los 22 años, y su única experiencia en los medios de comunicación era la de ver mucha tele en los años que estudió en Estados Unidos.
Sin embargo, convencido de que triunfaría en Chile, logró contagiar su entusiasmo a los directivos de la televisión local y comenzó a conducir su primer programa… sin parar hasta ahora.
Sus inicios fueron en la televisión experimental de la Universidad Católica de Chile, que por aquellos años transmitía en blanco y negro y llegaba a unas 40 cuadras a la redonda de los estudios. Pero el éxito de su “Sábado Gigante” fue tal que trascendió las fronteras para grabarse en Miami y junto con los cambios tecnológicos en la televisión llegó a más de una docena de países de Latinoamérica, incluidos México, Venezuela, Bolivia, Panamá y Uruguay. Tan sólo en Estados Unidos tiene una audiencia de cerca de tres millones de personas.
¿Y cuál es la receta del triunfo? ¿Cómo ha permanecido durante tantos años ininterrumpidos en la pantalla?
“El éxito nuestro tiene varias razones. La mayor, creo yo, es interpretar a la familia. Nuestro programa … es para la familia”, dijo Kreutzberger, de 71 años, en una entrevista reciente con The Associated Press desde los estudios de la cadena Univision donde 60 personas graban el programa durante seis horas.
Don Francisco explicó que otros de los factores que contribuyeron al éxito han sido la participación del público, “que opina, aplaude, se enoja y hace de todo” en el programa, y su capacidad de adaptación a las diferentes épocas.
“Empezamos con la televisión en blanco y negro, y aquí estamos, con la última tecnología, en Twitter, en Facebook, en la página de Internet de Univision”, recordó Kreutzberger, quien se describió como el “Cristóbal Colón” de la televisión chilena.
“El programa ha ido creciendo con la vida, se ha ido adaptando a la vida”, expresó Kreutzberger, quien de niño estudió piano, batería, acordeón y canto por iniciativa de su madre, una cantante de ópera judío-alemana que se refugió en Chile.
Algunos expertos, sin embargo, atribuyen el éxito de “Sábado Gigante” a Don Francisco.
“Es él. Todo lo que se pueda decir de él es poco. Es incansable, tiene muchísimo talento y se esfuerza”, dijo Guillermo Martínez, columnista sindicalizado y ex vicepresidente de noticias de Univision, la cadena donde se graba el programa desde la década de 1980.
Martínez, quien describió a Kreutzberger como un “genio”, recordó que hace tiempo, mientras trabajaba en Univision, hizo una prueba para que Don Francisco condujera un programa que había fracasado. La prueba no salió al aire, pero sirvió para que las autoridades del canal confirmaran que lo que había fallado era el conductor.
“El mismo libreto, el mismo programa, la misma cosa, era un programa diferente que cobraba una dimensión diferente” con Don Francisco, dijo Martínez al destacar la importancia de Kreutzberger en el éxito de Sábado Gigante.
A lo largo de sus cinco décadas el programa ha unido familias, ha casado a parejas y ha revelado paternidades desconocidas. Decenas de artistas recibieron un enorme espaldarazo para sus carreras al cantar en sus estudios cuando aún no eran tan conocidos, entre ellos estrellas de la música como Enrique Iglesias, Shakira, Paulina Rubio y Gloria Trevi.
Don Francisco ha recorrido más de 160 países con su cámara viajera, ha entrevistado a personalidades internacionales como los presidentes estadounidenses George W. Bush y Barak Obama, la primera ministra israelí Golda Mier y el actor Antony Queen.
Mientras se ha acostumbrado a vivir entre Santiago de Chile y Miami, también ha aprendido de culturas diferentes a la chilena para entender mejor a su publico en el que predominan los mexicanos, centroamericanos, cubanos, venezolanos y colombianos.
Uno de los recuerdos más vívidos que tiene Don Francisco es el del primer reencuentro familiar en el programa, hace unos 26 años, cuando un hombre de 30 años vio en persona a su madre, que lo había abandonado cuando él tenía dos.
El conductor dijo que le impresionó que el joven le preguntara insistentemente a su madre “¿Por qué?”.
En cambio otros encuentros en el programa han sido más dulces. Hace cinco años María Muñoz logró que sus dos hijas, de 11 y 16 años, se reencontraran tras nueve años con su padre gracias a “Sábado Gigante”.
“La felicidad fue tremenda. Yo agradecida con Dios, más que nada, y que Don Francisco haya encontrado a ese hombre”, dijo la colombiana de 50 años en entrevista telefónica con la AP.
Muñoz, quien se mudó de su país a Miami con sus dos hijas con síndrome de Down, dijo que el reencuentro con el padre fue duro para él, sobre todo por el golpe que le significó ver a la menor con leucemia, sin su cabello por el tratamiento al que había sido sometida.
La madre había perdido todo contacto con su ex pareja y el hombre viajó desde Colombia a Miami con todos los gastos pagados por la producción televisiva, dijo Muñoz.
Para llegar a 50 años de “Sábado Gigante”, Don Francisco tuvo que atravesar por sus propios momentos difíciles.
Lo despidieron en la televisión chilena tras sus primeras cinco semanas, pero tras estar una semana fuera del aire lo volvieron a contratar. La situación se repitió cuando tenía poco de haber llegado a Univision, dijo a la AP.
Cuando era una figura internacionalmente conocida enfrentó dos demandas difíciles que causaron escándalo, la primera por acoso sexual, hace unos 15 años, y la segunda, por paternidad. Al final ambas fueron desechadas.
“Son cosas que me afectaron a mí porque afectaban a mi familia … Cuando afecta a los hijos, a los nietos, a la esposa, es distinto”, dijo el conductor oriundo de Talca, ubicada a unos 150 kilómetros al sur de Santiago de Chile.
En cambio Don Francisco atesora la capacidad que le ha dado su programa para impulsar campañas solidarias en Chile, en especial su Teletón para niños con discapacidades, que se realiza desde hace 34 años y se ha exportado a otros países de la región.
Kreutzberger, quien tiene una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood, está agradecido con la vida porque le “ha dado tanto” y dice que su nueva meta es hacer programas especiales que incluyan la participación de otros conductores.
Don Francisco celebra 50 años de “Sábado Gigante”
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12:21 p. m.
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